El Ing. Daniel Balverde señaló que el modelo utilizado en Mina
Aguilar “tampoco significa que nuestro modelo sea la panacea para
cualquier efluente minero, de todas maneras abre un camino nuevo para
futuras aplicaciones que requieran otras empresas”. Cabe destacar que
Aguilar es la primer minera que utiliza este proceso alternativo para
los efluentes, lo que la hizo merecedora de un premio de OLAMI
(Organismo Latinoamericano de Minería).
Y agregó: “Las membranas son microscópicas y especiales para
retener partículas y la osmosis inversa lo que hace es retener cationes
de metales pesados o aniones de sulfatos y nitratos. Con este
tratamiento logramos un agua desmineralizada, hasta que se purifique por
los procedimientos convencionales, puede ser apta para consumo humano y
animal, o incluso el riego”. Las aguas tratadas son finalmente vertidas
en cauces locales que luego van hacia el Río Yacoraite y este vuelca
finalmente en el Río Grande en la Quebrada de Huamahuaca. Esta planta de
tratamiento es especialmente adaptada a la mina que opera en estos
momentos en Jujuy, aunque Balverde estima que si se llegan a profundizar
las investigaciones y mejoras de este procedimiento, es posible que
pueda utilizarse para otro tipo de emprendimiento minero metalífero.
Balverde explicó que “a diferencia de otras minas, parte del agua
que se utiliza se recupera en la misma planta concentradora, como no
tenemos necesidad de usar tanta agua, la vertemos, pero para hacerlo hay
que tratarla y se diseñó esta planta que nos llevó dos años
construirla. Estos equipos son sumamente costosos e incluso las
membranas que se utilizan en ultrafiltración y osmosis inversa son
importadas, por lo tanto tiene un alto costo operativo. Nuestros
monitoreos de las aguas se realizan periódicamente por semanas,
quincenas y meses. Las muestras nos dan una excelente calidad del agua
muy por debajo de los límites permitidos por las leyes ambientales de
Jujuy”.