Entre el potasio, nitrógeno y fósforo, este último es crítico en términos de
disponibilidad en la naturaleza. El nitrógeno, presente en la atmósfera, es
extraído naturalmente por algunas plantas; el potasio es obtenido en gran
escala de las evaporitas -depósitos formados por la cristalización de sales
disueltas en cuerpos de agua en condiciones de alta evaporación-, y a su vez,
de ser necesario, puede recuperarse del agua de mar; pero el fósforo sólo se
adquiere tras la explotación de rocas fosfóricas.
Dado que en el cuerpo humano, el fósforo está asociado al calcio en la
composición de sales para la estructura y formación de los huesos y dientes, y
es además uno de los principales nutrientes –al igual que el potasio y
nitrógeno- para la mayoría de los cultivos agrícolas desarrollados en
Argentina, los geólogos Roberto Scasso y Liliana Castro ha conformado –junto a
otros geólogos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad
de Buenos Aires y el CONICET- un grupo de estudio dedicado a la búsqueda y
caracterización de depósitos fosfáticos en nuestro país y su posterior análisis
de efectividad agronómica.
Castro, docente e investigadora en geología y
minería afirma que “la carencia
del potasio aún en el país no es crítica, porque abunda en los suelos del
territorio nacional, particularmente en la Pampa húmeda. Pero, en la medida que
se continúe expandiendo la actividad
agrícola, y no se sustituya el suelo va a
perder este nutriente. Hasta el momento, no hay depósitos fosfáticos en
explotación, y es por ello que estos minerales son importados de Marruecos,
Estados Unidos y Chile”. Es por este motivo que Scasso y Castro han estado
trabajando en la búsqueda de depósitos fosfóricos en el norte y sur argentino,
encontrando que “los sitios que resultaron más interesantes por sus magnitudes
de fosfatos se encuentran en la provincia de Neuquén, en las cercanías a Bajada
del Agrio, y en algunos lugares de Salta”, explicó Scasso. En América del Sur,
Brasil, México, Venezuela y Colombia han avanzado sobre la industria de
fertilizantes fosfatos; Chile y Perú tienen yacimientos en producción; sin
embargo países como Argentina, Uruguay y Paraguay son actualmente importadores
netos de rocas fosfóricas.